
Tierra prometida

Matt Damon escribe el guión e interpreta esta película que no deja de ser una singularidad en la filmografía de Gus Van Sant, un director de talento esquivo y polémico, aunque hay que reconocerle la calidad que desplegó en "Mi nombre es Harvey Milk" y "Elephant", pese al fiasco que representó su adaptación de "Psicosis".
En "Tierra prometida", Van Sant se reivindica como director en un terreno que no frecuenta: el drama rural. La cinta es una película comprometida que quiere concienciar al espectador sobre la situación de los campesinos y ganaderos estadounidenses. Damon encarna a un ejecutivo de una multinacional que llega a un pueblo con su compañero de trabajo para comprar los derechos de perforación de los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. Lo que ignora es que la crisis económica está haciendo estragos en la región. Eso en principio es bueno para el personaje que encarna Damon. Lo que sucede a continuación es que este hombre vivirá un proceso interior que le llevará a reconsiderar su vida cosmopolita y urbana, sólo pensando en el trabajo, inmerso en la pérdida de los valores de antaño. Estamos ante un hombre un pelín deshumanizado que quiere emprender un proceso de redención.
Esta producción nace con la voluntad, Damon es un gran militante, de concienciar a los espectadores sobre la necesidad de preservar el medio ambiente frente a la ferocidad empresarial de muchas compañías. Este retrato amable y sentimental, lo consigue durante la mayoría del metraje, aunque no se puede obviar que Gus Van Sant no le termina de coger totalmente el pulso a la película, que sufre de alguna arritmia narrativa que lastra su potencial, aunque no hay que ignorar que estamos ante una película distinta, valiente, que se escapa de los estándares del Hollywood más acomodaticio e impersonal.
La interpretación de Damon, que se está consagrando como un actor cada vez más sólido y creíble, aunque también es verdad que es un poco soso, es el pilar de la película. Siempre convincente, su papel no es nada fácil por la evolución interior que va experimentando.
"Tierrra prometida" es una película que apasiona en algunos instantes, es tan correcta como impoluta en su dirección. Está bien escrita, bien rodada y mejor interpretada. Eso sí, el final es un poco desconcertante, por lo utópico e inesperado, alejándose de la realidad peligrosamente.©
TIERRA PROMETIDA
Director: Gus Van Sant
Intérpretes: Matt Damon, Frances McDormand
Cecilia García
Colaboradora de la revista Crítica - Cine -.

Retrato de familia
En este número, Crítica lleva a cabo una radiografía sobre la familia en nuestro país, aunque los nuevos modelos y unidades familiares ocuparán el grueso de nuestro monográfico se da una visión amplia de todos aquellos problemas y conflictos que se dan dentro del seno familiar, como siempre aportando una visión multidisciplinar apoyada y respaldada por prestigiosas firmas especializadas en el tema.
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