
Cesar debe morir

Son unos clásicos del cine italiano, quizá no los más populares, la sombra de Fellini todavía es muy alargada, pero sí de los más comprometidos con su arte. Bien es verdad que el cine de los hermanos Taviani no es siempre fácil de ver. El ritmo cinematográfico que imprimen a sus películas a veces es condenadamente lento. A cambio, ofrecen obras comprometidas con su tiempo, arriesgadas y valientes como "Padre Padrone", "La noche de San Lorenzo" o "Buenos días Babilonia".
"César debe morir" es una película necesaria, fresca, imperfecta sí, pero también bella en sus llamémosle incorrecciones, que no afectan al cómputo global. El cine de los octogenarios Taviani, tras algunos años en barbecho, resucita y lo hace a lo grande, sin complejos, con el mismo arrojo de siempre.
El argumento es sumamente atractivo: bajo el género de la docuficción, los directores recrean los talleres teatrales que organiza en la cárcel romana de Rebibbia el director Fabio Cavalli, que ensaya con los presos obras de Shakespeare. Los ensayos y la representación final de "Julio César" se alternan con la vida cotidiana de los reclusos, lo que da lugar a situaciones inesperadas y paradójicas como la vida misma. El propio Paolo Taviani hizo una reflexión sumamente acertada sobre el filme: "Plantearemos el contraste entre la libertad absoluta del actor y las ataduras de quien vive en una celda".
Cine social de altura, "César debe morir" es una película de denuncia, pero también es una obra sobre el oficio de crear y de cómo la creación artística puede ser un revulsivo para personas que están en una situación social límite como es la de estar encarcelados. Y, de nuevo, aunque no hacía falta, ponen en valor a Shakespeare y la belleza de sus textos, dichos aquí por presos que hacen de la actuación una válvula de escape siempre necesaria. Estamos sin duda ante una de las películas más importantes de la temporada, aunque desgraciadamente no será de las más vistas, ya que se exhibe al margen del cine comercial, y sólo es programada en versión original subtitulada. Con todo, los espectadores deberían darle la oportunidad que merece.©
CESAR DEBE MORIR
Directores: los hermanos Taviani
Intérpretes: Fabio Cavalli, Salvatore Stirano
Cecilia García
Colaboradora de la revista Crítica - Cine -.

Hacía dónde va la educación
Número que analiza el estado de nuestro sistema educativo actual, así como abre una serie de interrogantes en torno a la metodología, los retos de los nuevos educadores, los nuevos entornos y tecnologías, el éxito en el aprendizaje, formación y retos del profesor del futuro, entre otros.
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