
Sombras tenebrosas

Hay algo (o mucho) de lúdico en todas las películas de Tim Burton, un director tan bizarro como entretenido cuya principal virtud es que siempre hace las películas que le da la gana, con la excepción de la muy fallida El planeta de los simios, una concesión al cine más plano. Perteneciente al género de la comedia, Sombras tenebrosas es un entretenimiento noble y de calidad para el público adulto. El director se ha aliado de nuevo con su actor fetiche, Johnny Deep, para ofrecer al espectador un cuento fantástico con mucha retranca. Amante siempre de los personajes inadaptados que intentan sobrevivir en una sociedad que le es hostil, Sombras tenebrosas es su regreso a lo gótico como estética y también ética de vida. La película, deudora de una serie de televisión, tiene como protagonista a un hombre que regresa 200 años después de haberse ido. A pesar de volver en un entorno familiar, una mansión “comme il faut”, los siglos han pasado factura y debe adaptarse a un mundo que ya no es el suyo. De ahí su sincera perplejidad ante “artefactos” como la televisión y demás artilugios para él desconocidos.
Lo mejor de la película es lo evidente: lo bien que funciona la sociedad creativa de Burton y Deep, dos artistas sin miedo a tirarse al vacío, a experimentar, a recrear una y mil veces, y siempre de forma distinta, universos recargados, melancólicos, poblados de seres aparentemente extraños que tienen que convivir con la también aparente normalidad. Se lo pasan bien trabajando juntos y eso tiene su traducción en el resultado final. Sin embargo, a pesar de ser interesante y cinematográficamente superior a las películas que están en la cartelera, Sombras tenebrosas no está entre los mejores trabajos de Burton a pesar de su sugerente punto de partida. Y no lo está porque si antes hemos alabado la valentía de este director, también tenemos que convenir que en esta cinta aparece una veta conformista y acomodada de cineasta resabiado desconocida en él. Los espectadores que se acerquen por primera vez al universo de Burton no lo percibirán, los que tengan con él una larga y fructífera relación a veces no podrán evitar poner un mohín de desagrado.
Eso sí, no saldrán con un estado de ánimo lindando con el aburrimiento sino todo lo contrario: Burton sabe entretener con una producción realizada de manera elegante, acompasada, sin arritmias narrativas aunque en ocasiones dé la sensación de que el material con el que cuenta Burton se está agotando y éste alarga innecesariamente la trama.
Puede que esta crítica se les antoje contradictoria, lo es, como sucede ante películas que tienen todo para rayar la perfección, que animan expectativas y que se quedan incomprensiblemente sin aliento. Lo dicho y escrito: una película interesante que da la sensación de que habría podido dar más de sí.©
Director: Tim Burton
Intérpretes: Johnny Deep, Michelle Pfeiffer
Cecilia García
Colaboradora de la revista Crítica - Cine -.

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