
En el cielo de mi boca

Madrid está llena de pequeñas salas, rincones escondidos que poco a poco encuentran su hueco, espacios íntimos que pelean no sólo por subsistir sino por vincularse al espectador como si fuese su nuevo salón de casa. El Garaje Lumière, la sala Kubick, Grumelot 03, Tarambana, La Usina, Guindalera, Cosako, la Escalera de Jacob, el Sol de York o Karpas son algunos de esos, algunos ya clásicos, otros recientes. Les recomiendo siempre echar un vistazo a las carteleras de vez en cuando más allá de los grandes teatros. Hay tremendas joyas en estos teatros donde puedes acercarte casi hasta el espíritu del actor, donde la proximidad a la historia es casi un susurro, donde te puedes sentir especial.
La sala de la que hoy hablamos es Nudo Teatro, en pleno barrio de Malasaña en la calle la Palma. Una asociación si ánimo de lucro, a camino entre la sala y la escuela, como muchas de las de este tipo. De origen Hispano- Africano, nacida en 2007, sus socios consiguieron convertir un taller de motos en un espacio que se presta a todo tipo de disciplinas e incluso exposiciones.
Y el espectáculo, uno de los muchos y de calidad que programan, es este EN EL CIELO DE MI BOCA. Un texto del dramaturgo José Padilla, joven y ya experimentado en versiones como la de un Enrique VIII de Shakespeare estrenado en el Globe Theatre de Londres. Dirigida por Iñigo Rodríguez- Claro también joven, (ninguno de ellos llega a los 35 años) y ya con varios estrenos a sus espaldas. Y un actor, aún más joven, Daniel Teba. Actor que defiende y ataca un montaje sostenido únicamente por sí mismo.
Y podríamos decir creado para sí mismo. Este joven actor, que formó parte del interesantísimo proyecto que fue la Compañía Joven de Teatro Clásico, decidió erigir un espectáculo a su medida y riesgo, rodearse de un equipo que fue conociendo durante ese periplo, ahorrar y guardar cada centavo para poder sacarlo adelante y, finalmente, reunir todas sus fuerzas y talento para lanzarse a presentarlo poco a poco hasta pasar por todas estas pequeñas plazas y festivales donde va consiguiendo premios y menciones que, si todo sigue igual, le ayudarán a ir alcanzando las salas de mayor difusión, pasar del of-Madrid a la Gran Vía por decirlo de algún modo.
La historia es la de un sueño destrozado. Un sueño social, nebuloso, falso, oscuro y basado en poco más que en la capacidad de creer en las mentiras de algunos por el deseo de los otros. Un hombre que quiso ser, que le vendieron que podía ser, un gran artista, una gran figura. Entró en uno de esos pequeños y viciosos programas televisivos que venden el éxito artístico seguro haciendo creer que el trabajo de unos meses es sinónimo del esfuerzo continuado y tenaz de una carrera. Juguetes rotos de nuestro afán consumidor.
Y para dibujar este personaje, Teba toca registros profundos, desde el más grave hasta el más agudo, desde el más íntimo al más extrovertido, desde el más diabólico al más ingenuo, canta, actúa y comunica. Sin duda, un gran actor cabe en un espacio tan pequeño.©
EN EL CIELO DE MI BOCA
de José Padilla.
Dirección: Iñigo Rodríguez-Claro
Reparto: Daniel Teba
Música original y espacio sonoro: Ángel Galán
Escenografía e Iluminación: David Pizarro
Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Nudo Teatro
Todos los miércoles de noviembre y diciembre – 20.30 hs.
Javier López
Colaborador de la revista Crítica - Teatro -.

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